domingo, 10 de mayo de 2015

BARRA LIBRE DE APROBADOS. AUTOESTIMA

Por desgracia en España no gozamos de un sistema educativo estable, si no que cambia cada 4 u 8 años sin ningún consenso. 

Cada vez se intenta que sea más fácil pasar de curso, buscamos la ley del mínimo esfuerzo en lugar de la exigencia. 

¿Por qué?

Por otra de las "enfermedades" mal entendidas de los padres y la sociedad en general.

La AUTOESTIMA.

Pensamos que regalando las cosas sin esfuerzo la gente se va a "estimar" o valorar más. 

"No te preocupes, haz lo que quieras, no trabajes, no te vayas a cansar. El resultado va a ser el mismo. Hagas lo que hagas pasaras de curso. Si no, ya diremos en el colegio que tu autoestima está muy baja."

Lo que baja la autoestima es no sentirse útil, no tener ninguna responsabilidad, que todo te lo hagan tus padres, que ellos discutan con los profesores por tus notas, no tener ningún encargo porque no valgas para nada y no vaya a ser que los hagas mal. Siempre animar a nuestro hijo aunque él mismo sepa que lo ha hecho mal.

En este anuncio vamos a ver lo que muchos de los padres en la actualidad creen que es la manera de fomentar la autoestima. El niño sabe que lo ha hecho mal, pero sus padres piensan que asi le ayudan.
Más EXIGENCIA y menos SOBREPROTECCIÓN.



EL POLLITO SALIENDO DEL CASCARÓN

Hoy seguimos hablando del tema que da sentido a nuestro blog. La sobreprotección.

Hoy en día los padres no quieren que sus hijos sufran. Personalmente, no creo que ningún padre en ningún momento de la historia haya deseado el sufrimiento para sus hijos, pero actualmente lo hemos llevado al máximo extremo.

Los niños de hace tres décadas llevaban sus mochilas cargadas de libros sin sufrir por ello ningún trauma infantil. Hoy, si vas a la salida de cualquier colegio, verás como los niños lo primero que hacen al ver a sus padres, incluso antes de darles un beso, es darles la mochila. No tenemos bastante con haberles puesto ruedas, si no que tenemos que cargar con ellas.

Pobres niños, que no sufran. Piensan ellos

Pobres niños, lo que van a sufrir en el futuro. Pienso yo.

Buscamos hacerles la vida tan fácil que cuando tengan que valerse por si solos, ante el primer problema, se derrumbarán.


El nacimiento de un pollito saliendo del huevo es una imagen que tenemos en nuestra imaginación como algo precioso. Probablemente fruto de haberlo visto en unos dulces dibujos animados.

Con esa imagen en la cabeza podemos desmontar todas las excusas de los padres sobreprotectores.

Cuando un pollito esta rompiendo el cascarón, no se trata de una tarea nada fácil. resulta incluso bastante agobiante el proceso. Con muy buena intención, uno puede intentar ayudarle a acabar con ese sufrimiento. Puedes pensar que lo mejor será ayudarle a romper el cascarón con tus dedos para hacerle más fácil ese trámite.

Muy bien, pues con esa actitud bienintencionada lo que has hecho es matarle.

Un pollito necesita pasar por esa situación de "sufrimiento", de esfuerzo por romper el cascarón. Si no lo hace no dará a sus músculos y especialmente a la columna vertebral, la fuerza necesaria para funcionar, con lo que acabará muriendo al poco de su nacimiento.

Esto es lo que hacemos con los niños. No les dejamos hacer las cosas ni les permitimos sufrir con la mejor de  nuestras intenciones, pero lo que estamos haciendo es destrozando su futuro.




SOBREPROTECCIÓN

En la sociedad actual existe una epidemia silenciosa que está contagiándonos a todos sin darnos cuenta.

Es más peligrosa que el ébola.

Es más preocupante que el paro.

Todo lo que puedo decir es poco. Se trata de la SOBREPROTECCIÓN de los niños.

Una generación entera de padres ha caido en las garras de unos hijos a los que convierten en dictadores. Como dice el juez Calatayud: "Hemos dejado de ser esclavos de nuestros padres para ser esclavos de nuestros hijos"




En este video que hemos visto, nos da las claves para que nuestro hijo de mayor sea un delincuente. A medida que uno va avanzando en las premisas de las que habla se nos aparecen muchos casos de personas cercanas y los errores que cometen en la educación de los hijos. Es fácil ver los errores de los demás, pero no lo es tanto darnos cuenta de que nosotros mismos caemos en otros tantos.